17 de junio de 2016

Más allá de la transparencia: buscando un enfoque integral hacia la rendición de cuentas.

Hoy voy a publicar una entrada corta, más que de costumbre, simplemente para dar a conocer mi pequeña contribución al gran numero 2 de la Revista Española de Transparencia que se presentó este miércoles en Madrid, tras la celebración del Evento Transparente, en el que tuve el inmenso honor de participar como moderador en el Panel 4 dedicado al Gobierno Abierto. Así pues, solo quería rendir cierto tributo al esfuerzo de esos dos grandes equipos de personas que han hecho posible, por un lado, el lanzamiento de la RET (Acreditra - editores de la Revista) y, por el otro, a los culpables de que el evento antes citado fuera un completo éxito (solo hay que ver cómo ardió Twitter). Gracias a todos.





Por lo que respecta a mi participación en la RET, cuyo ejemplar completo puedes descargar AQUÍ, ésta se centró en el análisis de las políticas públicas de transparencia que desde las instituciones públicas estamos impulsando pero desde la perspectiva de la rendición de cuentas y, sobre todo, el papel que deberíamos darle a la educación en valores en las escuelas para que ésta fuera un auténtica realidad. 

Os dejo simplemente los dos primeros párrafos de mi artículo para abrir boca ;-)

"Desde la aprobación de la Ley 19/2013, de 9 de diciembre, de transparencia, acceso a la información pública y buen gobierno, el debate académico en torno a la implantación de políticas públicas asociadas de una u otra manera a la transparencia ha pivotado, fundamentalmente, sobre dos planteamientos diferentes aunque complementarios: por un lado, la necesidad de hacer cada vez más exigente una normativa que para la mayoría de los actores resultaba claramente insuficiente y, por el otro, determinar lo antes posible un sistema de acreditación de la transparencia que permitiera evaluar pública y “oficialmente” el cumplimiento de los requerimientos formulados por aquélla.

Sin embargo, todavía no son demasiados los autores que defienden, más allá del carácter instrumental de la transparencia, la importancia que va a suponer en un futuro no muy lejano la educación en valores relacionados con la misma para una sociedad que carece actualmente de una cultura de rendición de cuentas y de resultados. Dicho de otro modo, si no reconducimos nuestros esfuerzos no tanto a impulsar la transparencia pública sino más bien a concienciar de la utilidad de una educación asentada en dichos valores, corremos el riesgo de construir Administraciones públicas con paredes de cristal y crear sociedades sin ningún interés por saber qué hay dentro".

Un saludo y nos vamos leyendo.

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